Beber o degustar: cuestión de estilo

10/10/09 delaredulin.com

Desde ayer ya no las miran de la misma forma. Ahora ejecutan el ritual del cortejo sin reprimirse: primero las elevan al cielo para empezar a desearlas con los ojos; luego llegan los leves contoneos en busca de un aroma que delate su origen. En pleno disfrute sensual toca mojar los labios y retener en lengua y paladar sabores de ida y vuelta. Así con cada candidata a merecer el elogio.

Cuarenta privilegiados catadores de cerveza siguieron con atención los consejos de José Luis Ramírez para sacar el máximo partido a tragos que encierran montañas de secretos. Reconocido como uno de los mayores especialistas sobre esta bebida que existen en nuestro país, su cervecería 'Oldenburg', en la madrileña calle Alburquerque, ostenta el récord mundial de variedad de cerveza internacional por metro cuadrado.

Entusiasta donde los haya de una bebida cuyos efectos benéficos reivindica sin dobleces, su formación como maestro en estas lides tuvo lugar en Bélgica. De ahí que la cata de iniciación en los secretos de este elixir -capaz de rendir a sus pies a los más poderosos y a los más humildes- la impartiera a partir de seis cervezas de este país conocido por ser una de las cunas cerveceras.

'En la Champions como productores'

Agua, cereal, almidón y lúpulo conforman la fórmula magistral que admite tantas variaciones como tipos de cerveza existen en el mundo. Precisamente, esta versatilidad hace que cada país adopte un estilo propio a la hora de establecer sus preferencias en torno al consumo cervecero. No salimos mal parados los españoles en el ranking del consumo, gracias, eso sí, a los refuerzos que nos brindan los turistas en la época estival. Donde alcanzamos la Champions es en calidad de productores, siendo uno de los mayores exportadores del mundo.

Todo ello gracias a una cultura recién nacida si la comparamos con la de otros países como la propia Bélgica, donde arrancaron los pioneros allá por el año 1.100. Aquí tuvimos que esperar a la llegada de Carlos V para ver cómo ese caldo -del que se cuenta que bebía tres litros por la mañana y otros tantos por la tarde- comenzaba a hacerse un hueco entre los gustos locales. Claro que su eclosión, por cuestiones de conservación, hubo de aguardar a finales del siglo XVIII.

'Abuso del gas'

Cuestiones esenciales como la forma adecuada de 'tirar' una cerveza; la importancia de que la espuma deje su huella en las paredes del vaso; o el error de pretender incrementar la presión a base de incrementar el gas y restar propiedades a la cerveza fueron sólo algunas de las cuestiones que José Luis Ramírez explicó a su aplicado auditorio.

Unos alumnos que dieron buena cuenta de cervezas como la 'Blanche de Namur'(típica de la región valona y con aroma a cítrico); la Tripel Karmeliet, (elaborada a 30 kilómetros de Amberes, con 7 grados y que recurre a tres cereales: trigo, cebada y avena. Muy recomendable para pescados); la 'Chimay Gran Reserva (de 9 grados, elaborada por monjes trapenses, que requiere 24 meses de reposo en barril. Sólo hay 7 abadías en el mundo donde elaboran cervezas, seis en Bélgica y una en Holanda. La que nos ocupa, junto a las cervezas, destaca por la calidad de los quesos que fabrica, en variedades que maridan perfectamente con los distintos tipos de cerveza que sacan al mercado. Todo ello en una región limítrofe con Francia a la que los galos conocen como La Bourgogne de la Biere); La Gauloise (una de las que mejor marida con verduras, como las alcachofas, originaria de Las Ardenas, pegando a Luxemburgo. Se la suele llamar Special, distinguiéndose por una 'S' en la etiqueta); la Te Deum, (cerveza belga elaborada en exclusiva para una empresa española, y de cuya aparición el maestro Ramírez se puede considerar el principal 'culpable'. Bebida de 7 grados que deja un retrogusto amargo, al uso de lo que exigen los paladares por estos lares); y, finalmente, la Kasteelbier (11 grados, color arena, envejecida durante 36 meses en barriles de Oporto, procurando en nariz un inconfundible aroma a este caldo portugués).

'Anécdotas sabrosas'

Todo ello expuesto al tiempo que desgranaba incontables anécdotas, como esas cervezas de fermentación espontánea que tienen en los alrededores de Bruselas su epicentro gracias a un particular microclima que favorece la aparición de unos 'agentes' que fermentan unos caldos dejados destapados a su suerte para que obre el milagro.

Tiempo hubo asimismo para saber del enfado de los cerveceros belgas con la exigencia de la UE de adjuntar en la etiqueta una fecha de caducidad en bebidas que ellos garantizan más allá de 30 años; o para recorrer la curiosa y picarona leyenda de cierta jarra de cuatro asas que se atribuye a Carlos V.

En total, casi una hora de sorbos acompañados de certeros comentarios a cargo de un entusiasta de un alimento del que ha hecho un estilo de vida. Inmejorable antesala a la apertura oficial de un Festival Europeo de la Cerveza que tuvo el acierto de invitar a este gran embajador de tan celebrada poción. Una enciclopedia andante que nos quitó miedos: la cerveza no engorda, y en Irlanda los médicos recomiendan a las mujeres embarazadas que beban un litro de Guinnes al día. Bebida diurética, de graduación variable pero mayoritariamente baja, su consumo es fuente de placeres, sobre todo si se tiene la suerte de que, al otro lado del cañero, nos atienda un enamorado del producto que sirve.


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